viernes, 26 de noviembre de 2010

Preocupación por la ecología en Coronel Dorrego

El bloque del FpV-PJ presentó dos proyectos para regular la circulación de fumigadores en centros poblados y la instalación de criaderos de cerdos.

CORONEL DORREGO (A) -- Un proyecto de ordenanza para prohibir la circulación y estacionamiento de todo tipo de vehículos o equipos de aplicación terrestre de agroquímicos en las áreas urbanas, subáreas urbanizadas y complementarias en este distrito, presentó el bloque del FpV-PJ.
La propuesta pasó a comisión y se sumó a un expediente iniciado en el cuerpo legislativo después de una nota elevada al cuerpo por un particular, quien había planteado su preocupación por esta cuestión.
La iniciativa se fundamenta en "la evidente y reiterada circulación y estacionamiento" de este tipo de vehículos por centros poblados, situación que "afecta la seguridad y salubridad de los habitantes".
"Al realizar la reforma constitucional de 1994, la provincia de Buenos Aires consagró el derecho a gozar de un ambiente sano, y el deber a conservarlo y protegerlo en su provecho y en el de las generaciones futuras, estableciendo el dominio de los recursos naturales y la obligación de preservar, recuperar y conservar los mismos", explicó la edil María Alicia Jalle, autora del proyecto.
Dijo que en dicho texto también se hace referencia a los residuos tóxicos o radiactivos, y a la obligación de toda persona física o jurídica a tomar precauciones para evitar la degradación del ambiente por acción u omisión.
En tal sentido, destacó que la ley provincial Nº 10.699 "De protección a la salud humana, recursos naturales y protección agrícola" disponen la prohibición por centros poblados de los equipos de aplicación terrestre de agroquímicos.
"Dentro del marco de su competencia, el Concejo Deliberante está facultado para regular la circulación de este tipo de vehículos", subrayó Jalle.
Además, el cuerpo legislativo aprobó un proyecto del mismo bloque mediante el cual se solicita al Departamento Ejecutivo que, en caso de advertirse la existencia de criaderos de cerdos y depósito de agroquímicos en áreas no permitidas, exija el cumplimiento de la normativa legal existente.
En este distrito, la habilitación de estos lugares está reglamentada por la Ordenanza Nº 2064/01, que establece que los mismos sólo pueden instalarse en la zona rural.
Jalle dijo que en el ejercicio del poder policial municipal, le corresponde al Concejo Deliberante controlar el fiel cumplimiento de la normativa vigente.
"Le pedimos al Departamento Ejecutivo que arbitre los medios necesarios para que, mediante el área que corresponde, realice un pormenorizado relevamiento de los criaderos de cerdos que se encuentran instalados en la ciudad cabecera y otras localidades del distrito, como también de depósitos de agroquímicos, en este último caso controlando, a su vez, casas cerealeras, veterinarias, ferreterías y estaciones de servicio", completó la edil.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Deforestacion

Buenos Aires, 25 junio 2007 (Diario Clarín).- A contrapelo de las exhortaciones de científicos y ambientalistas, en la Argentina se desmontan cada vez más bosques, y a mayor velocidad: entre 2002 y 2006, la deforestación creció casi un 42% respecto del período que va de 1998 a 2002.

Los datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación son preliminares, y aún no incluyen la provincia de Misiones ni los bosques de caldenes de La Pampa. Unicamente los andino-patagónicos se mantienen estables, y las masas de ñires se habrían extendido.

En 1998, cuando se realizó el "Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos", las selvas y montes de Salta, Chaco, Formosa, Santa Fe, Santiago del Estero y Córdoba sumaban 23.688.921 hectáreas. Apenas ocho años después habían perdido casi el 10%. Entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas. Pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y la tala arrasó con 1.108.669 hectáreas, en su gran mayoría, ahora con soja.

Con estas cifras, la tasa de deforestación de la Argentina —que mide el porcentaje de pérdida anual respecto de la superficie remanente— resulta seis veces más alta que el promedio mundial.

A cargo del relevamiento está la Unidad de Monitoreo del Sistema de Evaluación Forestal de la Dirección de Bosques, que coordina la ingeniera Celina Montenegro. Su equipo recibe las fotos satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, las procesa a formatos "legibles", y les aporta la georreferenciación, lo que implica darles coordenadas, para establecer así las correlaciones entre las imágenes y los mapas.

"El avance más importante de la frontera agropecuaria se produjo en la región del Parque Chaqueño", señala Montenegro. Santiago del Estero encabeza el ranking de desmonte: 515.228 hectáreas en estos cuatro años, lo que significa un 71,61% más que entre 1998 y 2002. Las nuevas peladuras que se ven en los mapas satelitales se concentran en el este, el noroeste y el sur.

Pero la mayor aceleración se registra en Salta, donde, en este lapso, la desaparición de masa boscosa (414.934 hectáreas) fue un 113,45% mayor que entre 1998 y 2002. Sólo el departamento de Anta perdió 239.681 hectáreas.

El ritmo sigue incrementándose: Greenpeace relevó que desde diciembre hasta la fecha, el gobierno salteño convocó a audiencias públicas para autorizar desmontes por un total de 195.941 hectáreas. "Ni siquiera se aprovechan los productos forestales, los árboles se arrancan de raíz", observa el ingeniero Enrique Wabo.

El desmonte más intenso se produjo en la franja de transición entre el Parque Chaqueño y las Yungas. Pero en esta selva se observa también un descenso de la cubierta boscosa, que contribuyó a causar el desastre de Tartagal, la grave inundación producida en en abril de 2006.

No es sólo la tala masiva lo que acarrea problemas ambientales y, por lo tanto, también económicos y sociales (ver Las consecuencias...). El informe final incluirá también datos sobre degradación de los bosques —cuando se extraen las especies más importantes, lo que reduce la diversidad— y sobre fragmentación, con consecuencias similares.

¿Mejoró algo en estos cuatro años? "Nuestra técnica y, por lo tanto, la información", ironiza el director de Bosques, ingeniero Jorge Menéndez. Como ventana a la esperanza apunta que "la Secretaría de Ambiente está marcando una política, al apoyar la sanción de la ley de presupuestos mínimos para proteger los bosques nativos. Además, estamos trabajando en otra iniciativa, de promoción al manejo forestal sustentable de los bosques nativos".

Pero el proyecto que impone restricciones al desmonte, sancionado por Diputados, está frenado por los senadores de ocho provincias, sobre todo Salta, Formosa y Misiones. Entretanto, se pierde un promedio de 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora. "Con esta información —apunta Menéndez— estamos vacunando muy fuertemente a la opinión pública

jueves, 18 de noviembre de 2010

Ecologia

La problemática del cambio climático impacta directamente en la degradación de las tierras, generando sequías, falta de productividad, aumento de la salinidad, erosión hídrica y eólica”, asegura Octavio Pérez Pardo, director de Conservación del suelo y lucha contra la desertificación de la Secretaría de ambiente y desarrollo sustentable de la Nación.

Las eventuales consecuencias del cambio climático no son ajenas al modelo agrícola extendido en todo el territorio nacional y a la forma en que se utiliza el suelo. “El 50 por ciento de los suelos cultivados sufrirá procesos de salinización y desertificación y habrá una menor productividad en cultivos y carnes, amenazando la seguridad alimentaria en varias regiones. Los fenómenos ambientales y las catástrofes (inundaciones, tornados, sequías) serán casos más recurrentes y de aparición permanente en un país que prácticamente no las tenía”, afirma Walter Pengue, investigador del Grupo de ecología del paisaje y medio ambiente de la Universidad de Buenos Aires. Para el especialista, esta situación se explica por un proceso de “pampeanización”, es decir, la importación de un modelo tecnológico sobre un territorio que no es pampa, como ocurre en la zona chaqueña.

A partir de ese proceso, la frontera de la agricultura industrial está llegando a zonas de bosques nativos. Según datos de la Dirección de bosques de la Secretaría de ambiente, en el período 1998-2002 se desforestaron aproximadamente 920.000 hectáreas. El responsable de esa dependencia pública, Jorge Menéndez, indicó que en el período 2002-2006 las provincias de Salta y Santiago del Estero duplicaron sus áreas deforestadas. “Actualmente se desmontan por año 230.000 hectáreas de bosques nativos, es decir, el primer dique natural contra las inundaciones”, explica Menéndez. “Cuando llueve, los montes frenan las lluvias y sólo llega una parte a la tierra. Si se saca el monte, no hay ningún freno. En Santa Fe decían que el problema de las inundaciones tenía que ver con que el paredón de contención era bajo. Pero se van a cansar de levantar el paredón. Todos los desmontes que se están produciendo en la cuenca del Chaco y Santiago del Estero tienen consecuencias sobre Santa Fe”, destaca Pérez Pardo.

La práctica habitual de la deforestación implica primero el desmonte y luego la quema de los residuos dejados por las topadoras. “La quema produce la liberación de dióxido de carbono, y como ya no hay bosques desaparece la posibilidad natural de absorberlo y purificar el ambiente con oxígeno”, explica Pengue. Argentina aprobó la Convención de cambio climático de las Naciones Unidas (1994), por lo que se comprometió a “promover y apoyar con su cooperación la conservación y el reforzamiento de los sumideros y depósitos de todos los gases de efecto invernadero. Es decir, los bosques”. Actualmente, el Senado de la Nación tiene en seis comisiones diferentes un proyecto de Ley de presupuestos mínimos para la defensa de bosques nativos, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Energia



Seenergía renovable a la energía que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, unas por la inmensa cantidad de energía que contienen, y otras porque son capaces de regenerarse por medios naturales.
El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad. El concepto de "crisis energética" aparece cuando las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan. Un modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de energía. Puesto que las fuentes de energía fósil y nuclear son finitas, es inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen otros nuevos métodos para obtener energía: éstas serían las energías alternativas.
En conjunto con lo anterior se tiene también que el abuso de las energías convencionales actuales hoy día tales como el petróleo la combustión de carbón entre otras acarrean consigo problemas de agravación progresiva como la contaminación, el aumento de los gases invernadero y la perforación de la capa de ozono.
Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en dos categorías: no contaminantes o limpias y contaminantes. Entre las primeras:

* La llegada de masas de agua dulce a masas de agua salada: energía azul.
* El viento: energía eólica.
* El calor de la Tierra: energía geotérmica.
* Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
* Los mares y océanos: energía mareomotriz.
* El Sol: energía solar.
* Las olas: energía undimotriz.

* reomotriz.
* El Sol: energía solar.
* Las olas: energía undimotriz.

Las contaminantes se obtienen a partir de la materia orgánica o biomasa, y se pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogás mediante procesos de fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de transesterificación y de los residuos urbanos
Las energías de fuentes renovables contaminantes tienen el mismo problema que la energía producida por combustibles fósiles: en la combustión emiten dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, y a menudo son aún más contaminantes puesto que la combustión no es tan limpia, emitiendo hollines y otras partículas sólidas. Se encuadran dentro de las energías renovables porque mientras puedan cultivarse los vegetales que las producen, no se agotarán


jueves, 4 de noviembre de 2010

La deforestacion , un super enemigo

WASHINGTON (EFE) -- La deforestación contamina más que todos los automóviles, trenes, aviones y barcos
del mundo, según un estudio divulgado ayer, que dice que ampliar la protección de los bosques es una forma
eficiente y barata de combatir el cambio climático.
El estudio, publicado en la revista científica "PLoS Biology" , da una razón más en favor de las áreas de
conservación forestal, por las que luchan las organizaciones medioambientales desde hace décadas como
mecanismo para preservar la biodiversidad y las culturas indígenas.
La destrucción de los bosques es responsable del 15 por ciento de las emisiones de gases que provocan el
efecto invernadero, por lo que si esa gran chimenea no se controla el mundo será incapaz de estabilizar el clima
terrestre, según el estudio, elaborado por 16 expertos de Estados Unidos y Brasil.
"Las áreas de conservación forestal, incluidas las tierras indígenas, son opciones realmente atractivas para la
reducción de las emisiones", dijo Taylor Ricketts, el autor principal del estudio, que trabaja para World Wildlife
Fund, una asociación ecológica.
Según sus cálculos, las zonas protegidas establecidas en la Amazonía brasileña entre 2003 y 2007
preservarán 270.000 kilómetros cuadrados de selva que habrían sido destruidos hasta 2050 al ritmo actual de
deforestación en regiones limítrofes.
Del mismo modo, el Parque Noel Kempff Mercado de Bolivia evitará que se liberen a la atmósfera 1,6 millones
de toneladas de carbono en 30 años.
No obstante, la existencia de un área de conservación no reduce la deforestación a cero, pues
frecuentemente continúa la tala ilegal. Según el estudio, Brasil perdió 9.700 kilómetros cuadrados de árboles
entre 2002 y 2007 en zonas de protección.
Un ejemplo es la Reserva Extractiva Chico Mendes, donde continúan cayendo árboles, aunque sin su
existencia la deforestación habría sido un 14 por ciento mayor en las últimas dos décadas.
La creación de nuevas áreas de protección en los países en desarrollo y una preservación mejor de la
vegetación en las que ya existen costaría al mundo 4.000 millones de dólares al año, cuatro veces más que lo
invertido actualmente.
Se trata de una cifra mucho menor que lo que costaría reducir la misma emisión de gases con otros métodos,
según el estudio.
Combatir la deforestación en las zonas protegidas requiere, según Ricketts, mejorar la vigilancia con patrullas
en el terreno y con imágenes por satélite, así como invertir en modos de vida alternativos para que los habitantes
no destruyan los bosques.
Para maximizar su efecto sobre el cambio climático, las reservas deben establecerse en lugares donde el
peligro de la tala es mayor, como en las márgenes de la carretera Cuiabá-Santarem en Brasil, que atraviesa la
Amazonía, y en la frontera agrícola, que cada año avanza a costa de la selva.
En cambio, muchas de las campañas para la protección de la Amazonía piden reservas en lugares alejados
del desarrollo humano.
Esas zonas de preservación pueden justificarse por su riqueza en flora y fauna, y por salvar el modo de vida
indígena, pero para luchar contra el cambio climático los mejores lugares para una reserva, según Ricketts, son
sitios que están en peligro inminente de perderse.